Ana Frank, el fútbol europeo y el antisemitismo

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El vil acto que tuvo lugar en Roma no es algo nuevo.

A través de los años, los aficionados al fútbol en Europa han provocado a los equipos rivales y a sus seguidores con insultos antisemitas. Recientemente, en Roma algunos fanáticos dejaron en el estadio Olímpico estremecedoras calcomanías de una foto adulterada de Ana Frank vistiendo el uniforme del equipo de fútbol de Roma. Los hinchas del Lazio estaban insultando a su equipo rival llamándolos “judíos”.

Muchos equipos de futbol tienen grupos de fanáticos “ultra”, a menudo violentos. Muchos de ellos se identifican con el neo-nazismo y con formas extremistas de antisemitismo y racismo. Al mismo tiempo, algunos clubes de fútbol europeos han sido identificados con los judíos, incluso cuando no existe ninguna conexión obvia entre los judíos y los equipos. Los equipos llamados “judíos” y sus hinchas se convirtieron en el blanco de intensos abusos antisemitas.

Unos pocos días antes de que aparecieran las calcomanías en el estadio de Roma, los aficionados al fútbol holandés utilizaron fotografías de otros niños judíos asesinados por los nazis para burlarse de los hinchas del Ajax. Los fanáticos del equipo Feyenoord, en Rotterdam, enviaron por los medios sociales a los hinchas del equipo rival imágenes de Abraham Y Emanuel Rosenthal, que tenían apenas dos y cinco años cuando fueron asesinados en 1944. En la foto, los niños tienen sobre sus abrigos una estrella de David amarilla. Al pie de la foto escribieron: “Cuando 020 (el código del área de Ámsterdam) tenía una sola estrella”.

Los hinchas cantaron: Mi padre estuvo en los comandos, mi madre en la SS, juntos quemaron judíos porque los judíos queman a los mejores”.

En el año 2015, en un partido entre el Ajax y Utrecht, docenas de hinchas del Utrecht provocaron a los hinchas del Ajax cantando: “Mi padre estuvo en los comandos, mi madre en la SS, juntos quemaron judíos porque los judíos queman a los mejores”. Y también: “Hamas, Hamas, los judíos al gas”. El partido siguió adelante pese a los insultos antisemitas.

En Inglaterra, el equipo Tottenham Hotspurs es identificado con los judíos. Mientras que algunos de sus hinchas aceptan el término y se llaman a sí mismos “yids”, otros gritan insultos antijudíos durante los partidos. Kick it out, una organización que monitorea el abuso racista y antisemita en el fútbol inglés, registró un incremento en el número de ataques antisemitas en los partidos de fútbol de Inglaterra, con docenas de incidentes en un año típico.

En 1998 los hinchas del Lazio desplegaron en las tribunas pancartas que decían: “Auschwitz es su patria. Los hornos son sus hogares”

No todos los países toman con tanta seriedad los ataques antisemitas en el fútbol. En Polonia, los hinchas del Lej Poznan provocaron a los jugadores del Widzew Lodzm, el equipo rival de la ciudad de Lodz en la cual antes del Holocausto había una floreciente comunidad judía, gritándoles desde las tribunas: “¡Váyanse, judíos! ¡Su hogar es Auschwitz! ¡Que los envíen al gas!”. Una queja del 2014 sobre los violentos cantos antisemitas no le importó demasiado al fiscal municipal de Poznan, donde tuvieron lugar los insultos. La oficina se negó a presentar cargos, afirmando que los canticos no constituían ofensas criminales.

El antisemitismo en el fútbol italiano se remonta a varias décadas atrás y no es menos virulento. En un partido de 1998 entre el Lazio y Roma, los hinchas del Lazio desplegaron dos enormes pancartas por encima de docenas de asientos, en las que decía: “Auschwitz es su patria. Los hornos son sus hogares”. Muchos de los fanáticos sostuvieron las pancartas en alto, provocando a los hinchas del Roma que estaban sentados al otro lado del estadio.

Pero con las calcomanías de Ana Frank finalmente parece que ya fue suficiente. El presidente de Italia, Sergio Mattarella, afirmó que las calcomanías eran “inhumanas” y las describió como un “insulto y una amenaza”.

El presidente del Lazio, Claudio Lotito, entró en acción para tratar de limitar el daño a la reputación de su equipo. Al día siguiente de que aparecieran las calcomanías, fue a visitar una sinagoga en Roma y presentó a la congregación una corona de flores. Él prometió llevar cada año a 200 hinchas del Lazio de visita a Auschwitz e instruyó a sus jugadores efectuar el calentamiento previo a un partido en Bologna usando camisetas con una foto de Ana Frank y el eslogan: “No al antisemitismo”.

El 25 de octubre, todos los partidos de fútbol en Italia comenzaron con un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del Holocausto. Luego se leyó en voz alta un pasaje del famoso “Diario de Ana Frank”, escrito cuando ella estaba escondida de los nazis en una buhardilla en Ámsterdam. En algunos estadios les repartieron a los hinchas copias del “Diario de Ana Frank”.

No todos los hinchas de fútbol condenan el antisemitismo. En un partido en Bologna, 500 hinchas del Lazio reunidos fuera del estadio hicieron el saludo nazi y entonaron cánticos nazis durante la ceremonia. En Turín, algunos hinchas del Juventus dieron la espalda cuando se leía el diario y en protesta entonaron el himno nacional de Italia. En el Estadio Olímpico de Roma, donde se encontraron las calcomanías, los hinchas del Crotone de Calabria que jugaron contra Roma, entonaron cánticos durante la lectura.

Incluso Claudio Lotito, el presidente del Lazio, fue criticado por la manera en que encaró el tema de las calcomanías. Un periódico italiano publicó una grabación en la cual él decía que su visita a la sinagoga de Roma fue “una farsa”. Supuestamente, antes de su visita dijo: “Vamos a actuar” y también dijo sobre los judíos: “No valen nada”. La corona de flores que él dejó en la sinagoga más tarde fue encontrada flotando en el río Tíber. El Gran Rabino de Roma, Ricardo Di Segni criticó la visita afirmando que era un “truco publicitario”, y señaló que el antisemitismo sigue siendo un grave problema entre los hinchas del Lazio y otros.

Mientras el señor Lotito argumenta que no es su voz la que se escucha en esa grabación, los fanáticos del fútbol en toda Italia y Europa tienen mucho trabajo para lograr combatir el antisemitismo. Sería bueno que escuchen y aprendan del pasaje del “Diario de Ana Frank” que leyeron en los estadios en toda Italia:

Veo que el mundo lentamente se transforma en un desierto, escucho cómo se acerca el trueno que, un día, también nos destruirá a nosotros, siento el sufrimiento de millones. Sin embargo, cuando observo el cielo, de alguna manera siento que todo va a mejorar, que esta crueldad debe terminar, que la paz y la tranquilidad retornarán una vez más.

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