Las abundantes bendiciones de Rav Abraham Twerski

7 min de lectura

El Rabino pionero falleció a los 90 años, una semana después de publicar su libro número 90.

Varios meses después de haberse convertido en director del departamento de psiquiatría del hospital St. Francis en Pittsburg, fundado y dirigido por las Hermanas de San Francisco, el obispo mandó a llamar al Rav Dr. Abraham J. Twerski (quien siempre fue llamado "Rav" a pesar de sus credenciales médicas). El obispo Wright quería que Rav Twerski aconsejara a las monjas que tenían dificultades para adaptarse a la liberación del convento de acuerdo con el Segundo Concilio Vaticano.

Tras una larga conversación discutiendo el proyecto, Rav Twerski no pudo contenerse y le dijo al obispo:

—Usted sabe que históricamente las relaciones entre la iglesia y los judíos no siempre fueron placenteras. ¿No es un poco irónico que cuando la iglesia está en problemas tenga que acudir a un rabino?

—Mi estimado rabino, incluso en los peores momentos, los médicos personales de los papas eran judíos —le respondió el obispo con una sonrisa.

—Muy bien, entonces si usted llega a ser papa ya tiene su médico personal judío. El único problema es que ha escogido a un psiquiatra, lo cual puede provocar que algunas sospechas —le dijo Rav Twerski con su típico humor.

El obispo se rio a carcajadas y le dio a Rav Twerski un abrazo de oso. Cuando el joven rabino estaba por partir, el obispo bajo la cabeza y le pidió: "Rabino, bendígame".1

Esta historia es representativa de su vida. Sus logros profesionales fueron monumentales. Después de 20 años en el hospital St. Francis, Rav Twerski fundó el Centro de Rehabilitación Gateway para alcohólicos y drogadictos, que la revista Forbes designó como uno de los "doce mejores programas de rehabilitación" de los Estados Unidos. Él supervisó la expansión de Gateway a una red de instituciones en Pensilvania y Ohio que tratan a más de 1.500 personas cada día. En Israel, Rav Twerski fundó el centro de rehabilitación para prisioneros Shaar HaTikvá. Escribió 90 libros sobre psicología y espiritualidad judía. Dio conferencias en todo el mundo y apareció en cientos de artículos en periódicos y revistas. Y todo esto lo hizo como una bendición.

Convertirse en psiquiatra

El joven Rav Twerski, descendiente de una estimada dinastía jasídica, ansiaba ayudar a la gente. Durante algunos años fue asistente de su padre, el Rebe de Hornsteipler de Milwaukee. Pero no lo atraían las obligaciones cotidianas de un rabino comunitario (oficiar en bodas, funerales y bar mitzvas). Su decisión de convertirse en médico quedó confirmada cuando fue a visitar al hospital a un miembro de la congregación. El paciente le dijo: "Ayer vino a visitarme tu padre. Fue algo impresionante, porque desde mi operación sufrí dolores. Nada de lo que los médicos me prescribieron me ayudó. Pero ayer, cuando tu padre entró, sentí que el dolor partió como por arte de magia".

El joven Rav Twerski comprendió que él no podía ayudar a la gente con los poderes espirituales que tenían los rebes jasídicos. Él tendría que encontrar otra forma de hacerlo: convirtiéndose en psiquiatra.

Sin embargo, dudaba si era correcto interrumpir la cadena de rabinos de su familia, que se remontaba a muchas generaciones previas. Lo consultó con Rav Iaakov Israel Kanievsky, conocido como el Steipler, la mayor autoridad de Torá en el mundo judío. Ante su sorpresa, el Steipler aprobó que Rav Twerski fuera a estudiar medicina. Al mismo tiempo, sugirió los pasos que debía adoptar para evitar desviarse de los principios de la Torá: estudiar Torá cada día, honrar la santidad del Shabat al no estudiar temas seculares ni leer ni siquiera un periódico en Shabat, y rezar fervientemente pidiendo que Dios lo guiara. Rav Twerski mantuvo estas prácticas durante sus 90 años de vida.

Aunque siempre se mantuvo leal a la tradición judía, Rav Twerski tuvo el coraje de explorar ciertos temas tabú. Su libro The Shame Borne in Silence (La vergüenza que se soporta en silencio), sobre la violencia familiar en la comunidad judía, despertó mucha oposición, pero eventualmente la comunidad se hizo cargo del problema y estableció organizaciones para enfrentarlo. Su libro sobre la adicción al juego: Compulsive Gambling: More tan Dreidel (El juego compulsivo: Más que el sevivón) también sacó del armario el tema de la adicción al juego dentro de la comunidad judía.

Guard your eyes – Cuida tus ojos

A los 79 años, Rav Twerski ya se había jubilado cuando se le acercaron dos hombres jóvenes. Ellos tenían una idea innovativa de un sitio internet para hombres judíos atrapados por la pornografía. Ellos proveían un sitio anónimo y gratuito destinado tanto a quienes veían pornografía de forma ocasional hasta llegar a los adictos, con tres niveles de programas de vanguardia y un grupo de apoyo mundial.

Hasta ese momento de su vida, Rav Twerski había recibido muchos premios y tres títulos honorarios. Él podría haber menospreciado a esos jóvenes como idealistas quijotescos en comparación con su largo historial de logros. Podría haber elegido descansar sobre sus laureles en vez de sumergirse en un proyecto pionero. Podría haber escrito algunas líneas de apoyo y despedirlos. Pero en cambio, Rav Twerski unió sus fuerzas con ellos para promover  Guardyoureyes.com (GYE), que ayudó a más de 40.000 judíos que luchan contra la adicción a la pornografía. Además de su apoyo público a GYE en videos y conferencias, Rav Twerski acompañó a los fundadores del sitio, Iaakov Nadel y Iejezkel Stelzer en viajes de recaudación de fondos. Con ellos caminó por la nieve en Toronto, llamando a las puertas de las casas para pedir donativos.

En noviembre del 2018, a los 88 años, Rav Twerski promovió una tormenta al escribir en el periódico Hamodia un artículo con el título: "Mi fuente se ha secado". En él lamentaba no tener ya la creatividad para escribir y ofrecer nuevas perlas de inspiración. Su dolor por no poder seguir ayudando (y bendiciendo) era palpable. Las cartas de protesta de sus legiones de admiradores inundaron el periódico. Ellos se negaban a aceptar su resignación. Y, como siempre, se inclinó ante la voluntad de quienes ansiaban seguir recibiendo de él.

La semana pasada, Menucha Publishers publicó su libro número 90: Tallis & tefillin, Bagels & Lox: Two Components to Living a Spiritual Life (Talit y tefilín, beigales y salmón ahumado: Dos componentes para vivir una vida espiritual). El día antes de enfermarse con Covid-19, justo una semana antes de fallecer, seguía manteniendo correspondencia por e-mail con su editorial. Y ya había enviado un par de capítulos para su libro número 91.

Mi encuentro personal

Aunque yo había leído varios libros de Rav Twerski y lo escuché en diversas conferencias en vivo, no tenía una relación personal con él. Pero hace un mes decidí que necesitaba una introducción de Rav Twerski para un libro que estoy escribiendo. "Los tontos corren donde los ángeles temen pisar". Conseguí su número de teléfono y lo llamé. Él me respondió con suma amabilidad. (¡Cómo desearía ser tan amable cuando me llama un extraño!).

Cuando le expliqué que quería que escribiera una introducción de dos páginas, me respondió que no podía escribir una introducción sin leer el libro, porque sus palabras serían tomadas como un respaldo a lo que yo escribí. Me dio su dirección de e-mail y a las 11 de la mañana le envié las setenta páginas que había escrito hasta el momento. Exactamente tres horas más tarde, apareció en mi casilla de entrada una bella introducción. Él comenzaba diciendo: "Me alegró saber que Sara Yoheved Rigler, quien durante muchos años enseñó a las mujeres cómo tener un matrimonio sano, ahora está escribiendo un libro sobre…"

Leí sus palabras con consternación. Él nunca me conoció. Dudo que alguna vez haya leído uno de mis libros o artículos. Sin embargo, por su generosidad espiritual, estaba feliz de que yo escribiera ese libro. Sentí que escuchaba el susurro de las alas de un ángel.

Autoestima: pulir el diamante

Rav Twerski solía decir: "Yo escribí más de sesenta libros, pero en verdad escribí un solo libro de sesenta formas diferentes". Su tema básico era la importancia de la autoestima. Él consideraba que la falta de autoestima era la raíz de todos los problemas psicológicos, así como de la adicción y los problemas matrimoniales.

Años atrás, Rav Twerski comenzó un programa de rehabilitación en Israel para exconvictos que habían estado en prisión por crímenes relacionados con las drogas. En el primer encuentro, él dijo que la recuperación depende de desarrollar la autoestima. Avi, uno de los exconvictos, objetó que él nunca podría desarrollar su autoestima. Tenía 34 años y había pasado la mitad de su vida en prisión. ¿Cómo podía sentir respeto por sí mismo?

Un joven Rav Twerski con el actor Danny Thomas

Rav Twerski le respondió: "¿Alguna vez viste cómo exhiben los diamantes en el escaparate de una joyería? Esos diamantes son increíblemente bellos y valen cientos de miles de dólares. ¿Sabes cómo se veían cuando los sacaron de la mina de diamantes? Se veían como feos y sucios pedazos de vidrio… Yo no soy un experto en diamantes, Avi, pero soy un experto en personas. Tú tienes en tu interior un alma hermosa, pero está cubierta con capas de comportamiento desagradable. Nosotros te vamos a ayudar a liberarte de esas capas y a revelar la belleza de tu alma".

Avi permaneció en el programa, eventualmente consiguió un trabajo, y se mantuvo lejos de las drogas. Un día Anette, la administradora del programa, llamó a Avi. Había fallecido una anciana y su familia deseaba donar sus muebles para el programa de rehabilitación. Anette le pidió a Avi si podía ayudar a buscar los muebles y llevarlos al segundo piso de la organización. Cuando Avi estaba cargando un viejo sofá, cayó un sobre que había entre los almohadones. Adentro del sobre había 5.000 shekels. Avi se hubiera podido guardar el dinero, pero en cambio lo entregó a Anette. Anette le informó a la familia, que decidió donar la suma al programa de rehabilitación.

Cuando Rav Twerski se encontró con Avi después de eso, le dijo: "Lo que has hecho es realmente excepcional y muestra la belleza del 'diamante' que hay en tu interior".

Avi encargo una placa de bronce y la fijó en la entrada del centro de rehabilitación. Allí hizo grabar: "Centro de Procesamiento de Diamantes".2

Las bendiciones interminables de Rav Twerski seguirán adelante.


1. De The Rabbi and the Nuns, por Rav Dr. Abraham J. Twerski (Mekor Press, 2013). Págs. 47-49

2. Ibid., págs. 188-190

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