Palabras judías comunes: su origen y significado

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¿Sabemos cuál es el origen y el significado exacto de estas frases judías comunes?

¡Oy vei!

Actualmente solemos exclamar “¡oy!” cuando algo no resulta como lo esperábamos. Pero no sabemos que estamos repitiendo una palabra con miles de años de antigüedad que se encuentra en el Tanaj.

Oy” significa “ay”, y se usa para describir el horror que la gente y las naciones sienten al ser amenazadas por sus enemigos. (Ver Samuel 4:7 e Isaías 3:11).

Vei” significa “ay” en arameo, el lenguaje del Talmud. (Ver Dictionary of the Targum, Talmud Bavli, Talmud Yerushalmi and Midrashic Literature por Marcus Jastrow, 1971 y 2004)

Mazal tov

Mazal tov” es la típica expresión judía. Deseamos mazal tov cuando alguien se compromete, en las bodas y a los niños en su bar mitzvá. A menudo es traducido como “Felicidades”, pero el verdadero significado de mazal tov es mucho más profundo. “Mazal” se traduce como suerte o como signo (en hebreo los signos del zodíaco también son llamados mazalot), y denota algo que baja de arriba. “Tov” significa bueno.

Pero el destino del pueblo judío no está limitado por el mazal. El Talmud enseña que tenemos la fuerza de trascender a nuestras circunstancias externas y dar forma a nuestro propio destino. El Talmud analiza el ejemplo de lo ocurrido con la hija de Rabí Akiva, quien de acuerdo con los astrólogos estaba destinada a fallecer el día de su boda. Pero ella le dio comida a un pobre que llegó a pedir ayuda en su boda y, sin darse cuenta, mató un escorpión que debería haberla picado. De esta forma ella cambió su propio destino. (Shabat 156 a).

Al desearle a alguien mazal tov, estamos deseando que tenga la oportunidad de crecer, de elevarse por encima de sus propias circunstancias y de crear un mazal tov, una buena situación para sí mismo.

Lejaim

Muchas culturas tienen brindis tradicionales con vino o con otras bebidas. Lejaim, el brindis judío, probablemente sea el más antiguo. Lejaim significa “¡por la vida!” y es una forma abreviada del brindis que hizo Rabí Akiva, el gran sabio del siglo I. En la boda de su hijo, Rabí Akiva brindó por cada copa de vino diciendo: “¡Vino, y por la vida en las bocas de los rabinos y en las bocas de sus estudiantes!” (Shabat 67b).

El brindis de Rabí Akiva refleja una profunda verdad sobre el vino: él puede ser usado para bien o para mal. El Talmud advierte que “entra vino y sale un secreto” (Eruvin 65). La manera en que manejamos el vino puede elevarnos o, que Dios no lo permita, degradarnos. Repetir el famoso brindis de Rabí Akiva nos recuerda que debemos ser cuidadosos al usar el vino, aprovechándolo solamente para el bien y “para la vida”.

Rabí

El liderazgo espiritual judío tradicionalmente pasaba de maestro a estudiante: Moshé, quien recibió la Torá en el Monte Sinaí, le enseñó a su discípulo Iehoshúa, quien le enseñó a los líderes del pueblo judío que siguieron después de él, etc. Este método de transferencia directa del conocimiento y de la autoridad continuó en la Tierra de Israel durante miles de años. Al comienzo, los sabios judíos no utilizaban el título Rabí.

Tan sólo en el siglo I de la Era Común comenzaron a ser utilizados los términos Rabí y Rabán. Ambas palabras están relacionadas con la palabra hebrea Rav, que significa numeroso o grandioso, en referencia al enorme conocimiento de aquellos que dirigían las cortes y las academias judías. Rabán se refiere a la cabeza del Sanedrín, o de la Corte Judía, y los primeros sabios que fueron llamados Rabí fueron los discípulos de Rabán Iojanán ben Zakai. Durante cientos de años, Rabí se refirió a los líderes judíos que eran ordenados en la Tierra de Israel. (Los Sabios judíos en el exilio en Babilonia, en cambio, usaban el título similar de Rav). El imperio romano prohibió la práctica de ordenar rabinos en Israel, y aunque muchos sabios se resistieron, cada vez se volvió más difícil mantener la cadena original de continua ordenación maestro-alumno.

El término Rabí se volvió popular en la Europa medieval, aplicado a los maestros eruditos que dirigían comunidades. (Lamentablemente esos rabinos ya no podían disfrutar de la cadena ininterrumpida de ordenación que llegaba hasta Moshé). Hoy en día, Rabí significa que la persona está calificada para dictaminar reglas sobre la ley judía, responder preguntas y transmitir el conocimiento a la siguiente generación de judíos.

Goi

Actualmente muchos lo consideran un término ofensivo (y en consecuencia lo evitan). Pero la palabra goi literalmente significa nación. (El plural es goim, naciones).

La Torá contiene varios ejemplos en los cuales Israel es llamado un goi, o una nación. A Abraham se le prometió que Israel se convertiría en un “goi gadol”, una gran nación (Génesis 12:2). A Moshé se le dijo que el pueblo judío se convertiría en un goi kadosh, un pueblo sagrado. El profeta Isaías previó un día en el cual “ninguna nación levantaría su espada contra otra nación”, “lo isá goi el goi jerev” (Isaías 2:4). Esta emotiva imagen está grabada en la pared del edificio de las naciones unidas.

Salud (Gezundheit)

La costumbre de decir “salud” (o gezundheit) cuando alguien estornuda tiene un sorprendente origen judío. (gezundheit significa salud en alemán. En hebreo, cuando alguien estornuda se le dice labriut).

La Torá registra que antes de fallecer el patriarca Iaakov se enfermó. Iaakov fue la primera persona que es descripta en la Torá que enfermó antes de morir. El Midrash dice que él fue la primera persona de la historia que se enfermó antes de morir. Antes de Iaakov la gente simplemente estornudaba fallecía.

La idea de que estornudar se asocia con la muerte no es tan extraña. Cuando Dios creó a Adam, formó su cuerpo del polvo de la tierra y luego “insufló en sui nariz aliento de vida” (Génesis 2:7). Posteriormente, antes del advenimiento de la medicina moderna, estornudar podía indicar una enfermedad, lo cual podía llegar a tener graves consecuencias.

Rashi, el gran sabio judío del siglo XII que vivió en Troyes, Francia, aconsejó desear buena salud a quienes estornuden, sugiriendo que digamos “asuta”, lo cual en arameo significa “que seas curado”.

Shalom

El más básico saludo judío tiene muchos significados; hola, adiós y paz. “Shalom” deriva de la raíz hebrea shalem, o completo. Shalom denota completitud, un estado de perfección.

En hebreo moderno, cuando le preguntamos a alguien má shlomjá (a un hombre) o má shlomej (a una mujer), la traducción literal sería: ¿cómo está tu shalom? ¿Estás entero o te falta algo? Cada uno tiene la capacidad de valorar sus bendiciones y reconocer todo lo que tenemos para estar agradecidos. Ese sentido de completitud lleva a una ausencia de deseos y resentimiento. Esto fija el escenario para el verdadero shalom, una sensación de estar entero y en paz.

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