Todos Somos parte de Sderot

3 min de lectura

Un misil explotó a 100 metros de mi hogar y de pronto me acordé de las personas en Sderot.

Mi esposa y yo nos mudamos a Ashdod, en la zona sur de Israel, hace cuatro años. Arrendamos un pequeño departamento por tres años, y el pasado enero, gracias a Dios encontramos el departamento de nuestros sueños para nuestra familia que crece constantemente.

Mientras vivíamos en Ashdod, caían misiles en Sderot pero yo estaba demasiado ocupado. Mi familia se estaba agrandando y mi negocio de asesorías prácticas para la vida se expandía más rápidamente de lo que yo podía abarcar. Todo el día yo estaba involucrado en enseñar y ayudar a la gente.

Leía las noticias sobre Sderot, me decía a mí mismo que el gobierno tenía que hacer algo al respecto, pensaba cuán terrible era esto y me sentía mal por un momento. Pero, ya sabes cómo es esto. Yo estaba ocupado, y Sderot era el problema de otra persona.

Todo eso cambió la tarde de Shabat recién pasado.

Yo estaba durmiendo una siesta y escuché la sirena. Esa es una sirena muy ruidosa, pensé. Tal vez un accidente de automóvil. Pero la sirena continuó sonando.

Luego escuchamos un 'bum' a la distancia. "¿Escuchaste eso?" Le pregunté a mi esposa. "Sí". La sirena no era una ambulancia; ¡era una advertencia de ataque! Instantáneamente ingresamos a otro mundo – el mundo de los misiles cayendo sobre tu ciudad y tu vecindario.

El domingo, yo estaba enseñando en una conferencia telefónica internacional y lancé una broma, les dije: "Si la línea telefónica se corta, por favor llamen a la policía". Veinte minutos después el teléfono se cortó. Mis alumnos corrieron a la CNN para ver qué ocurría. Sólo una falla – el teléfono se cortó sin ninguna razón aparente. Diez minutos después la comunicación se restableció, y la broma dejó de ser chistosa.

En la noche del lunes enseñé mi primera clase en medio de una alerta de misil. Después de todo, la vida debe continuar. Escuché un 'bum' a la distancia y recé para que todos estuvieran bien. Después de la clase supe que el misil había alcanzado a una mujer en un paradero de autobús a unas cuantas cuadras de distancia de casa y que la había matado.

¡Cada vez más cerca!, pero la vida debe continuar. Algunas personas comenzaron a abandonar la ciudad.

El martes la escuela fue cancelada y todos los niños se quedaron en casa. Fui a mi oficina a trabajar y a las 6:30 PM escuché una sirena y luego un 'bum' muy ruidoso. Miré hacia afuera por la ventana de mi oficina y vi un pilar de humo justo al lado del área de mi casa. Por un momento casi me desmayé.

Debemos preocuparnos por todos nuestros hermanos en todas partes donde haya sufrimiento y desgracia.

El misil explotó justo a 100 metros de mi casa. Cayó en un terreno baldío y gracias a Dios nadie salió herido. Si el misil hubiese caído un poquito hacia la izquierda o a la derecha habrían habido serias víctimas. No puedo ni siquiera pensar en eso.

Ahora, sí me preocupo de los judíos en Sderot. Ahora entiendo. ¿Qué había hecho yo durante los últimos años por mis hermanos y hermanas que han estado viviendo bajo constante amenaza de ataque? Ahora que se trata de mi familia y mis hijos, ¿de pronto me despierto? No debió haberme tomado tanto tiempo.

La vida es diferente. En cualquier segundo un misil puede caer sobre mí y mi esposa y mis hijos y mis vecinos.

No aprendan la lección de preocupación y empatía de la forma en que yo lo hice. Necesitamos preocuparnos por todos nuestros hermanos en todas partes donde hay sufrimiento y desgracia, ya sea en Sderot, Beer Sheva, Kiryat Shmona, Yemen, Mumbai, Argentina o Nueva York. Esto nos ayudará a unirnos como pueblo.

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