Golpe de Estado en Egipto

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La llamada “primavera árabe” ha causado la caída de otro gobierno. ¿Todavía te preguntas quién es el verdadero enemigo del mundo árabe?

En el año 2011 estalló la revolución en Egipto. Como parte de la llamada “primavera árabe”, la serie de revoluciones que han afectado al mundo árabe desde el año 2010, la gente tomó las calles y exigió la salida del entonces presidente Hosni Mubarak.

Luego vinieron las elecciones y Mohammed Morsi se convirtió en el nuevo presidente egipcio. Pero ahora, un año después de su asunción al poder y luego de tensas semanas que estuvieron plagadas de protestas y violencia, el ejercito egipcio le anunció a Morsi sobre su inmediata destitución del cargo, quedando Egipto nuevamente sumido en la incertidumbre.

El 2010 cayó el gobierno de Túnez. El 2011 fue el turno de Yemen, Egipto y Libia. Siria se mantiene desde hace más de dos años en medio de un sangriento conflicto armado. Y ahora, Egipto se ve nuevamente enfrentado a un complejo futuro, el cual según los analistas internacionales podría terminar incluso en una guerra civil.

El golpe de estado acontecido en Egipto en los últimos días es sólo un recuerdo al mundo de que la primavera árabe está más viva que nunca. El mundo árabe ha decidido levantarse en contra de sus dictadores y cambiar el mapa socio-político del mundo para siempre. Pero no es sólo en la arena socio-política que la primavera árabe ha tenido importantes repercusiones. Ésta se ha encargado también de recordarle al mundo cuál es la verdadera realidad que vive el mundo árabe.

El pueblo judío siempre ha sido el chivo expiatorio del mundo. Si algún pueblo tiene problemas políticos, económicos o sociales, ¿de quién es la culpa? De los judíos. Así sucedió en España, en la época de la Inquisición. Así sucedió en Alemania, en la época del holocausto. Y así sucede actualmente en todos los países árabes que rodean al pequeño Israel: los culpables de todos los problemas son los judíos.

Pero cabe preguntarse, ¿no sería mejor que destinasen recursos a educación o salud, en lugar de destinarlos a las guerras? ¿No sería mejor que intentasen amar a su propia gente, en vez de dedicarse a odiar a Israel?

Cada día hay más gente que se pregunta: ¿Cuál es le verdadero enemigo del mundo Árabe? ¿Es realmente Israel?

La realidad que vive el mundo árabe actualmente no fue causada por Israel. Tampoco fue causada por Estados Unidos o por algún otro ejército extranjero. La violencia, la privación de libertades y la hambruna que conforman parte de su diario vivir son causados realmente por su propia gente. Son causados realmente por sus propios líderes.

Por lo tanto, cada día hay más gente que se pregunta: ¿Cuál es el verdadero enemigo del mundo Árabe? ¿Es realmente Israel?

Los países árabes han gastado millones de dólares en sus luchas contra Israel. Y miles de personas han muerto de hambre en el intertanto en esos mismos países. La corrupción está por doquier. Las tasas de analfabetismo son alarmantes. Las libertades más básicas del ser humano son privadas a diario. La vida humana ha perdido su valor. ¿Pero de quién es la culpa de todo?...

Israel, mientras tanto, ha florecido. En pocos años ha logrado posicionarse a la vanguardia de la investigación científica e innovación. Árabes, drusos y otras minorías gozan de gran integración en Israel y disfrutan de una gran libertad social y política.

¿Sabías que en la Kneset hay dos partidos políticos árabes? ¿Sabías que el presidente de Israel, Shimon Peres, lanzó en el año 2011 un proyecto de integración para los árabes-israelíes en el sector de alta tecnología? Como dijo el Presidente Peres en la inauguración de dicho proyecto: “No hay ley israelí que discrimine a los árabes israelíes. Lo que discrimina en contra de ellos es la brecha económica y debemos corregir esta discriminación”.

Ha llegado el momento de despertar. Ha llegado el momento de abrir los ojos. La primavera árabe le está recordando al mundo que los verdaderos enemigos del mundo árabe son sus propios líderes. Le está mostrando al mundo que los verdaderos problemas del mundo árabe son causados por el odio.

Quizás ese es el camino a la tan añorada paz. El odio debe cesar. Las guerras deben acabarse. Ha llegado el momento de entender quién es el verdadero enemigo del mundo árabe. Ha llegado el momento de que el mundo deje de utilizar a Israel como el chivo expiatorio y que comience en cambio a buscar soluciones que puedan brindarle al mundo árabe un mejor futuro.

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