Israel no es nuestro enemigo

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Los enemigos reales del mundo árabe son la corrupción, la falta de educación y libertad, y los dictadores árabes que oprimen a su propia gente.

Hace 39 años, el 6 de octubre de 1973, estalló la tercera de las grandes guerras que han habido entre el mundo árabe e Israel, la cual duró tan sólo 20 días. Ambos bandos ya se habían enfrentado previamente en los años 1948 y 1967. La guerra de 1967 duró tan sólo seis días.

Pero estas tres guerras no han sido las únicas confrontaciones entre el mundo árabe e Israel. Desde 1948 hasta hoy en día han habido muchos enfrentamientos; algunos han sido pequeñas luchas mientras que otros han sido grandes batallas, pero no hubo guerras importantes más allá de las tres mencionadas anteriormente.

El conflicto árabe israelí es el conflicto más complicado que ha vivido el mundo, y habiendo sido hace poco el aniversario de la guerra de 1973, mucha gente en el mundo árabe ha comenzado a cuestionarse el pasado, presente y futuro de este conflicto.

La gente se pregunta: ¿Cuál fue el costo real de esas guerras para el mundo árabe y su gente?, o ¿Cuál fue el costo real de no reconocer a Israel en 1948, y por qué los estados árabes no destinaron sus recursos a educación, salud e infraestructura en lugar de a guerras? Pero la pregunta más difícil de todas, la cual ninguna nación árabe quiere siquiera oír, es si Israel es el verdadero enemigo del mundo árabe y de su gente.

Decidí escribir este artículo después de ver fotos y reportes sobre un niño que moría de hambre en Yemen, sobre un antiguo mercado árabe incendiado en Siria, sobre el subdesarrollado Sinai en Egipto, sobre los autos bomba en Irak y sobre los edificios destruidos en Libia. Las fotos y los reportes fueron mostrados en la red Al-Arabiya, que es el medio noticioso más visto y respetado en el Medio Oriente.

El denominador común entre todo lo que vi es que la destrucción y las atrocidades no son hechas por un ejército extranjero. El hambre, los asesinatos y la destrucción en esos países árabes es causada por las mismas manos que se supone deberían proteger y construir la unidad de esos países y salvaguardar a la gente que los habita. Entonces la pregunta es: ¿Quién es el verdadero enemigo del mundo árabe?

Las atrocidades de esos dictadores en contra de su propio pueblo son mucho peor que todas las grandes guerras entre los árabes e Israel.

El mundo árabe ha desperdiciado miles de millones de dólares y decenas de miles de vidas luchando contra Israel, a quien consideran su peor enemigo, un enemigo cuya existencia nunca han siquiera reconocido. El mundo árabe tiene muchos enemigos, e Israel debería estar al final de la lista. Los enemigos reales del mundo árabe son la corrupción, la falta de buena educación, la falta de buenos servicios de salud, la falta de libertad, la falta de respeto por la vida humana, y los dictadores del mundo árabe, quienes han utilizado el conflicto árabe israelí para oprimir a su propia gente.

Las atrocidades de esos dictadores en contra de su propia gente son mucho peores que todas las grandes guerras entre los árabes e Israel.

En otras columnas hemos hablado sobre que algunos soldados israelíes atacan y maltratan a los palestinos. También hemos visto aviones y tanques israelíes atacar varios países árabes. Pero, ¿son equiparables esos ataques a las atrocidades que están siendo cometidas hoy en día por algunos estados árabes en contra de su propia gente?

En Siria las atrocidades van más allá de la imaginación de cualquier persona. Y ¿no son los iraquíes quienes están destruyendo su propio país? ¿No fue el dictador de Túnez quien les robó 13.000 millones de dólares a los pobres tunecinos? ¿Cómo puede morir de hambre un niño en Yemen, siendo su tierra la más fértil del mundo? ¿Por qué los libaneses no logran gobernar uno de los países más pequeños del mundo? ¿Por qué las mentes más brillantes de Irak están dejando su país, siendo que éste produce más de 110 billones de dólares en exportaciones de petróleo al año? Y ¿qué fue lo que hizo que los estados árabes comenzasen a hundirse en este gran caos?

El 14 de mayo de 1948 fue declarado el Estado de Israel; tan sólo un día después, el 15 de mayo de 1948, el mundo árabe le declaró la guerra a Israel para recuperar Palestina. La guerra terminó el 10 de marzo de 1949. Duró nueve meses, tres semanas y dos días. Los árabes perdieron la guerra y la denominaron Nakba (guerra catastrófica); el mundo árabe no ganó nada y en cambio miles de palestinos se convirtieron en refugiados.

Es hora de parar el odio y las guerras, y de comenzar a crear mejores condiciones de vida para las generaciones árabes futuras.

Y en 1967, el mundo árabe liderado por Egipto, el cual estaba bajo el gobierno de Gamal Abdul Nasser, le declaró la guerra a Israel, perdiendo más tierras palestinas y generando más refugiados palestinos que quedaron a merced de los países que los albergan. Los árabes le llamaron a esta guerra Naksa (revés). Los árabes nunca admitieron la derrota en ambas guerras y la causa palestina se complicó aún más. Y ahora, con las interminables revoluciones y protestas que afectan hace unos años al mundo árabe (la llamada “Primavera Árabe”), los árabes no tienen tiempo para los refugiados palestinos ni para su causa, ya que muchos árabes son ellos mismos refugiados y se encuentran bajo el constante ataque de sus propios ejércitos. Los sirios están abandonando su propio país no porque los aviones israelíes estén tirando bombas sobre ellos, sino que es la misma Fuerza Aérea Siria la que efectúa los bombardeos. Las mentes más brillantes de Irak están dejando su país para ir a occidente; en Yemen está teniendo lugar la más triste tragedia humana, la cual está siendo causada por los propios yemenitas, y en Egipto la gente que vive en el Sinai ha sido totalmente olvidada.

Cabe preguntarse finalmente: Si muchos de los estados árabes han caído en semejante caos, ¿qué pasó con su enemigo acérrimo, Israel? Israel tiene actualmente los más avanzados complejos de investigación, excelentes universidades e infraestructura de primera línea. Muchos árabes no saben que la expectativa de vida de los palestinos que viven en Israel es mucho mayor que la de muchos estados árabes, y que disfrutan de una libertad política y social más grande que muchos de sus hermanos árabes. Incluso los palestinos que viven bajo la ocupación israelí en Cisjordania y Gaza tienen más derechos sociales y políticos que algunos lugares del mundo árabe. ¿No fue acaso un juez israelí palestino uno de los que envió a prisión a un ex presidente israelí?

La Primavera Árabe le mostró al mundo que los palestinos son más felices y están en una mejor situación que sus hermanos árabes que lucharon para liberarlos de los israelíes. Ahora es el momento de parar el odio y las guerras, y de comenzar a crear mejores condiciones de vida para las generaciones árabes futuras.

Este artículo apareció originalmente en ArabNews.com.

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