Camino #19: Despierta y vive

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Minimiza el sueño, porque en un sentido más profundo, ¡hay que despertar a la vida!

Tienes que despertar a tu compañero de cuarto a las 7 a.m. Él te dice gruñendo: "Gracias, ya estoy despierto". Regresas cinco minutos más tarde y lo encuentras nuevamente durmiendo. Lo mueves otra vez: “¡Levántate!”. Él abre un poco los ojos y te dice: "Ya voy, ya voy", y se vuelve a dormir.

¿Te ha pasado esto alguna vez? Desafortunadamente, esta es una descripción bastante precisa de cómo guían sus vidas muchas personas. Uno puede decir: “No puedo perder más tiempo. Hasta aquí llegué. Voy a empezar a ser más estricto conmigo mismo”, y una hora más tarde olvidarse de todo el asunto y volver a dormir.

El Camino #19 es Bemiut Sheiná, que significa literalmente 'minimizando el sueño'. El deseo por vivir es la lucha en contra del sueño. En un nivel más profundo, significa despertar a la vida.

Mantenernos alerta es una lucha constante. Entendemos una idea. Tomamos resoluciones. Pero, ¿podemos estar constantemente inspirados?

El propósito de dormir

Obviamente dormir tiene un aspecto positivo: ¡Nuestros cuerpos necesitan dormir para funcionar! El sueño te da la oportunidad de recuperar energías. Te quita la tensión y te ayuda a estar bien, tanto física como emocionalmente.

Sin embargo, nunca debes considerar el dormir como un fin en sí mismo. No veas el hecho de dormir como una recompensa por un día difícil de trabajo. Debes ver el dormir como la forma de recargar tus baterías para un nuevo día de crecimiento.

No duermas más de lo necesario y no “ames dormir”. Lucha contra el deseo de comodidad. Si te gusta dormir, vas a añorar dormir cada ves más y al final se te va a ir la vida durmiendo.

La mejor forma de aprovechar los poderes recuperativos del sueño es tomando siestas. Cuando estés cansado, duerme una siesta de 20 minutos. Si duermes más que eso, va a ser una lucha volver a recobrar el impulso.

Encuentra el equilibrio adecuado. En general, duerme tan poco como sea necesario. Minimiza el sueño y maximiza tu conciencia.

La emoción de vivir

Dormir puede ser una ilusión. La prueba es que cuando estás lleno de excitación y energía, simplemente no puedes dormir. ¿Alguna vez te despertaste a las 4 de la mañana para escalar una montaña antes del amanecer? No estabas dormido. Estabas despierto y lleno de excitación, frescura, ¡fantástico!

Si tu vida es aburrida, entonces tienes más ganas de dormir. Alguien que ama la vida no quiere irse a dormir en la noche, sino que simplemente sigue haciendo cosas hasta que se queda dormido, y luego se levanta al día siguiente como un león.

Los niños son el ejemplo perfecto. Desde el momento en que un bebé abre los ojos, se levanta como una bala. “Otro día... nuevas aventuras... nuevas cosas que descubrir... ¡Waaaah! ¡Sáquenme de mi cuna!”.

¿Alguna vez has tratado de poner un bebé a dormir? De ninguna manera, tiene miedo de perderse toda la emoción.

Para captar este entusiasmo de vivir, necesitas enfocarte en el sentido más profundo de la existencia. Busca actividades fascinantes y significativas. Aprende a vivir con alegría, en vez de esperar simplemente a que “ocurra”. Cuando estés excitado y esperando con ansias un nuevo día, entonces estarás realmente alerta.

¿Por qué los adultos ansían dormir? Sentimos el peso de las obligaciones. Queremos meternos en nuestra cama y escondernos bajo nuestras sábanas para tener un poco de tranquilidad.

Más allá de todo, ¿crees realmente que es bueno estar vivo? ¿O simplemente estás tratando de esquivar los problemas? Si estar vivo es bueno, entonces dormir es un escape.

¿Cuánto necesitas dormir?

Acomoda la cantidad de sueño a tu itinerario; no hagas tu itinerario en base a tu necesidad de sueño. Calcula lógicamente cuánto necesitas dormir para funcionar adecuadamente. ¿Estás durmiendo más de lo que necesitas? Mantén una bitácora de tus patrones de sueño por un mes y calcula el promedio. Si no decides conscientemente cuánto tiempo necesitas, entonces estás simplemente dormitando por la vida.

Estar dormitando por la vida no es estar vivo. Te priva de la existencia.

Maimónides escribe que ocho horas es lo máximo que una persona debe dormir, a menos que esté enferma. Si te entrenas para dormir menos, mucho mejor.

Vas a tener más tiempo para lograr cosas, leer y hacerte más sabio. El Gaón de Vilna, el rabino más importante de los últimos 500 años, dormía sólo cuatro intervalos de 30 minutos cada día, un total de dos horas de sueño en cada período de 24 horas.

Napoleón solía dormir tan sólo 4 horas por noche. Él decía: “Cada momento que estoy despierto puedo disfrutar de la gloria de ser el rey. Pero cuando estoy durmiendo, pierdo la experiencia. ¡Qué lástima perdérsela!”.

No tengas miedo de dormir "menos de lo normal". Una persona puede estar en la cumbre de su condición física con una mínima cantidad de sueño. Los soldados están a veces en un régimen de dos o tres horas de sueño por noche. Ellos no dicen: “Estoy delirando... mis huesos se están disolviendo... me estoy volviendo loco”. Y cuando acaban el entrenamiento militar, ¡están en una excelente forma física!

Técnicas para dormir menos

Hay muchas técnicas para mantenerte despierto. Ponte de pie en lugar de estar sentado, o pon tus pies en agua fría o sobre el suelo frío. Mi padre sólo dormía una vez a la semana en la cama, el viernes por la noche.

En los tiempos del Templo Sagrado de Jerusalem, el Sumo Sacerdote se mantenía despierto toda la noche de Iom Kipur por medio de hacer flexiones. El ejercicio, de cualquier tipo, mantiene tu cuerpo y mente energizados.

Presiónate para dormir menos. No tengas miedo. No te morirás. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¡Si estás cansado te quedarás dormido!

Temprano por la mañana, trata de animar a tu cuerpo para que salga de la cama: “Vamos... ¡levántate! De otra manera nos perderemos la fantástica experiencia de [rellena el espacio]”.

Un cuerpo que está cómodo tiene problemas para levantarse de la cama. El arrancar las sábanas hará que te levantes inmediatamente. Algunas personas eligen incluso dormir en el piso, pues una persona no se aferra a un piso duro de la misma forma que a una cama.

Cada mañana cuando te levantes, vuelve a pensar, analiza y reevalúa lo que pasó ayer. Aprende de tus errores. Anticipa un comienzo fresco. Vas a estar más excitado de estar despierto.

El segundo aire

¿Alguna vez estuviste involucrado en un proyecto tan absorbente que te tuviste que quedar despierto toda la noche? A pesar de que te comenzaste a sentir cansado, te forzaste para seguir adelante. Eventualmente, obtuviste un segundo aire, un nuevo despertar, un punto en el que tu mente se volvió clara, fresca y alerta nuevamente.

El segundo aire viene sólo cuando uno está involucrado profundamente en una actividad. Cuando yo era estudiante, nos desafiábamos los unos a los otros a quedarnos despiertos toda la noche del jueves estudiando. Trata de comprometerte con una actividad como esa. Es una zona de prueba para ver cómo luchar contra el sueño.

Evita la "vida zombi"

La lucha contra la somnolencia y la fatiga es la lucha por la búsqueda de sentido. Puedes vivir toda una vida y al mismo tiempo no estar consciente de buena parte del mundo que te rodea. No camines, hables o comas como una persona semi-consciente. Pon atención a lo que estás haciendo en todo momento.

Ten cuidado de vivir como un zombi. No camines con “nada” en tu cabeza. Algunas veces estás esperando en la línea del supermercado y tu cabeza está completamente muerta, sin ningún pensamiento en tu mente. Agita tu cabeza para mantenerte despierto. Dite a ti mismo: ¿Qué estoy haciendo? ¿A dónde estoy yendo? ¿Por qué estoy yendo hacia allá?

En el judaísmo, nuestra motivación básica es obtener claridad. “Despierta” al propósito de tu vida. Deja las ilusiones sobre la fama, romances, etc. Evita recibir un balde de agua fría cuando te gradúes de la universidad y te des cuenta de que no todos se convierten automáticamente en ejecutivos exitosos.

Quieres grandeza. Quieres ser bueno. Quieres ayudar a la humanidad. ¿Qué harás al respecto? Enfrenta los asuntos importantes y obtén respuestas verdaderas. Pregúntate: “¿Para qué vivo y qué quiero hacer por el resto de mi vida?”.

No pienses sólo sobre mañana o el año siguiente, sino que debes hacer una predicción a largo plazo: ¿Qué quiero que inscriban en mi tumba? ¿Que me gradué de la universidad, gané un millón de dólares y que era dueño de una casa grande? ¿O que ayudé y me preocupé por la humanidad?

Date cuenta del placer de estar vivo. Si tus ideales son elevados y difíciles de alcanzar no querrás dormir. No querrás abandonar este juego de vivir. Tú quieres ser grande. Reconoce eso. Claro, vivir es una lucha. ¡Pero es sumamente excitante!

Puedes cambiar

Todos tenemos momentos de conciencia, un reconocimiento inmediato en el que decimos "¡Ahaaaaa!". Escuchas algo que te hace sentido. Ves un destello de luz - una idea, una verdad, un momento en el cuál reconoces que la vida puede ser bella. Este es el placer de estudiar sabiduría. Se enciende una luz y, al menos en lo que respecta a esa idea en particular, habías estado dormido hasta ahora. Es una excitante sensación de despertar.

Sin embargo, podemos tener aquellos momentos de claridad... y después volver a dormir. Es posible que termines de leer esto y digas: “Sí, es un buen punto. Debería pensar esto y hacer un plan. Después de todo una conciencia más amplia en la vida es algo que me interesa”.

Estos pensamientos están pasando por tu mente. Pero unos minutos más tarde, estás de nuevo dormido. ¿Verdad?

Cuando tengas un momento de claridad, captúralo. Como cuando estabas conduciendo y te sentías somnoliento. Te quedaste dormido por un momento y te desviaste del camino. Te despertaste. Recuerdas el golpe de adrenalina. No vas a dejar que vuelva a pasar.

Cuando tengas un momento de claridad, toma inmediatamente una decisión. Decide que puedes cambiar, que las cosas pueden ser diferentes.

El término judío para describir un despertar espiritual es "teshuvá", que significa regresar al camino correcto. Ve el daño que tus errores han causado, y considera lo que has perdido como resultado.

No importa qué tan viejo seas, puedes cambiar. Puedes encontrar la verdad y actuar en base a ella.

Reconoce que despertar es tu batalla. ¡Ahora ve a luchar y obtén la victoria!

¿Por qué despertar es un camino a la sabiduría?

  • La lucha por la vida es la lucha por estar despierto.
  • Decide que la vida es buena. Si no, te quedarás dormido.
  • Obtén el máximo de tu cuerpo. ¡Pero sin torturarlo!
  • No desaproveches los placeres y las oportunidades de la vida por dormir demasiado.
  • Cuidado con vivir como zombi. No camines sin pensamientos en la cabeza.
  • Dormir demasiado debilita la mente.
  • El cansancio es un hábito, rómpelo.
  • A menos que hagamos cosas prácticas para mantenernos despiertos, el sueño nos vencerá.
  • Cuando aprendas algo nuevo, date cuenta que antes estabas parcialmente dormido.
  • Si aprendes a vivir con alegría, el sueño desaparecerá.
  • ¿Qué quieres que esté escrito en tu lápida?
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