La Grandeza de Rav Weinberg, zt"l

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Rav Noaj tomó responsabilidad por todo el pueblo judío.

El día después de que mi querido rebe, El Rav Noaj Weinberg, fundador y Rosh Ieshivá de Aish HaTorá, fuera diagnosticado con una forma muy agresiva y letal de cáncer al pulmón, estábamos reunidos en su oficina. Se levantó, y luego de una pausa por unos momentos, se volteó hacia mí y me dijo: "No estoy preparado para dejar de luchar por Klal Israel. Si Dios me llama para ir a casa, personalmente, estoy listo para ir, pero simplemente no veo a nadie más que de un paso al frente y combata la batalla que debe ser luchada".

Nunca fue sobre él, para nada. El único deseo de Rav Noaj fue lo que era mejor para Klal Israel. Con cada fibra de su ser, quería luchar, trabajar, crear y encontrar maneras de ayudar a la nación judía a alcanzar el propósito de ser una luz para las naciones. Esta conversación de cinco minutos encapsula lo que motivaba constantemente al Rosh Ieshivá, zt''l.

Durante los 14 meses aproximadamente que el Rosh Ieshivá estuvo enfermo, sufrió de muchas enfermedades dolorosas y debilitantes que vinieron con el cáncer y sus tratamientos. Hubo momentos en los que se encontraba con un espantoso dolor físico. Por varios meses fue incapaz de recostarse debido a un terrible dolor de espalda, y estuvo forzado a dormir sentado en una silla. A pesar de que estos dolores eran físicamente devastadores, para él eran triviales comparados con el dolor de estar incapacitado de luchar en contra de la asimilación y las grandes amenazas físicas que atacan a Klal Israel.

De acuerdo con el calendario, él falleció una semana antes de su cumpleaños número 79. Pero todos los que lo conocían, saben que murió siendo un hombre muy jovial y vigoroso. Él logró tantas cosas. Su hermano Rav Iaacov Weinberg zt''l, el Rosh Ieshivá de Ner Isroel, dijo una vez que su hermano, Rav Noaj, había hecho más cosas por el pueblo judío que cualquier otra persona de su generación. Él creó una organización internacional que toca las vidas de un millón de personas anualmente. Miles de personas hoy son observantes gracias a sus esfuerzos pioneros, pero si lo hubieras conocido, podrías haber pensado que él recién estaba comenzando. Él estaba tan hambriento, tan apasionado, tan frustrado de no poder hacer más. Nunca habrías creído que este hombre tenía tantos logros a su haber.

Debido a que el mundo no ha sido perfeccionado todavía, no podemos descansar.

Muchos hombres de la mitad de su edad no podían seguir su ritmo. Hubo muchas veces en las que yo dije: "Tengo que irme de la oficina ahora porque estoy muy sobrepasado con todas las responsabilidades y los planes que el Rav Noaj quiere implementar".

Su motor fundamental no venía del deseo de lograr grandes cosas. Si ese hubiera sido el caso, se habría complacido mucho tiempo atrás. Lo que lo conducía era el deseo de realizar la voluntad de Dios, es decir, Tikun Olam, reparar el mundo. Debido a que el mundo no ha sido perfeccionado todavía, no podemos descansar. Siempre había muchísimo trabajo que necesitaba ser hecho para lograr nuestra meta.

Tomando Responsabilidad

Durante la organización de la "Conferencia Anual de Socios de Aish HaTorá" el pasado diciembre, el Rosh Ieshivá insistió en que uno de los mayores temas de la conferencia debía ser articular dos conceptos muy simples pero muy profundos. El primero era, "Si tú tomas responsabilidad real de hacer la voluntad de Dios, tendrás éxito" y el segundo era "Si realmente te importa, vas a tomar la responsabilidad". Este era el motor que conducía al Rosh Ieshivá, y por eso es que él quería que estos conceptos estuvieran claramente expresados en la última conferencia. Él incluso insistió en que mi hermano Nejemia Coopersmith, viajara a la conferencia a hacer una presentación que él había desarrollado acerca de estos dos temas.

En mi opinión, por extraño que parezca, creo que el modelo a seguir del Rosh Ieshivá era Sara Schneirer, la mujer que fundó el sistema educacional de Bais-Yaakov para niñas. A Rav Noaj le encantaba contar la historia de Rav Chatzkel Sarna, el anterior Rosh Ieshivá de Hebrón, que mientras hablaba en un brit, al cual asistieron muchos Roshei Ieshivot importantes y grandes Rabinos, los retaba diciendo: "Yo sé que cada uno de ustedes está pensando que fue su padre o su abuelo quien hizo más por Klal Israel en los últimos 100 años. Pero yo estoy aquí para decirles que todos están equivocados. No sólo eso, sino que la persona que más hizo por Klal Israel fue alguien que no estudió, y que no podía leer ni una sola página del Talmud. Y más aún, cuando yo les diga el nombre de la persona, todos van a estar de acuerdo conmigo. Sara Schneirer".

El Rosh Ieshivá se preguntaba ¿Qué la motivó? ¿Qué fue lo que le permitió tener el mérito de realizar tal transformación en Klal Israel, que incluso los rabinos líderes de la época no lo dudaron? El Rosh Ieshivá explicó que en el diario de Sara Schneirer ella contó su secreto. Ella era costurera, y jóvenes judías de hogares observantes iban donde ella para hacerse ropa. Ella hablaba con ellas y se dio cuenta cuan alejadas estaban de la Torá y de las mitzvot, y ella lloraba por ellas diciendo, "a pesar de que yo visto sus cuerpos, ¿qué será de ellas si no tienen mitzvot para vestir sus almas?".

Toma la responsabilidad y Dios te dará la asistencia divina para lograrlo.

Rav Noaj le decía a todos que esta era la clave final. Si tú quieres algo lo suficiente, tanto que estás dispuesto a llorar por ello, entonces tomarás la responsabilidad, y Dios te dará la asistencia divina para lograrlo.

El Rosh Ieshivá más que nada, destacaba la importancia de tomar responsabilidad. Yo una vez le mostré algo de Rav Jaim Shmulevitz, zt''l, Sijot Musar, que le dio una enorme cantidad de placer. En su ensayo de responsabilidad, Rav Shmulevitz dice que la responsabilidad es la medida de una persona. Y es por eso que un rey tiene un mayor estatus dentro del pueblo judío, porque él es quien toma la mayor responsabilidad por Klal Israel.

Pero este nivel de responsabilidad no está limitado a los que formalmente son nombrados reyes. Rav Shmulevitz pregunta, ¿Cómo es posible que Ester le diga a Mordejai, el Rabino líder de su generación, que organice un ayuno en Pesaj? Si era lo que realmente había que hacer, ¿por qué no lo propuso Mordejai? Y si no era lo correcto, ¿por qué él la escuchó? Rav Shmulevitz explica que la oración en el Libro de Ester dice que "Ester vestía ropas de reina". Esto no se aplicaba solamente a su vestimenta, sino que también a su carácter. Debido a que ella ahora estaba tomando la responsabilidad completa por el bienestar del pueblo judío, ella alcanzó el estatus de reina, y por lo tanto, era adecuado que ella tomara la iniciativa y le dijera a Mordejai que hacer.

El Rosh Ieshivá amaba esta enseñanza porque reforzaba su visión del mundo. Él tomó responsabilidad por todo el pueblo judío. Esta era su verdadera grandeza.

Un Genio de la Torá

Aparte de la preocupación constante que tenía el Rosh Ieshivá por Klal Israel y su sentimiento de responsabilidad, él era un genio de la Torá. El tenía el singular don de ser capaz de tomar los principios eternos de la Torá, destilarlos hasta su esencia, y luego desarrollar increíbles maneras creativas de explicar e ilustrar estos conceptos para el más alejado de los judíos, de una manera en la que mostraría la profundidad y la relevancia tradicional de la Torá y el judaísmo. Él escribió ensayos que lograban este propósito. Los 48 Caminos a la Sabiduría, basados en la Mishná del 6to capítulo de Pirkei Avot, Los Cinco Niveles de Placer, basados en el primer párrafo del Shemá, Las Seis Mitzvot Constantes, su serie de Fundamentos que presenta una visión comprensible del pensamiento y la filosofía judía – todos increíblemente originales en su presentación, pero completamente ligados a la cadena de la tradición.

Su gran regalo fue darnos el privilegio de ser capaces de acompañarlo en su misión, marcar una diferencia para nuestro pueblo.

Yo creo que su gran logro fue su creencia en el poder del individuo. El tomó la Mishná en Pirkei Avot que dice "Valioso es el hombre que fue creado a imagen de Dios". ¿Quién más podría haber tomado un grupo de jóvenes desenfrenados que no sabían ni leer el alef-bet, la mayoría de ellos antagonistas de la religión y del judaísmo en particular, y ver en estos jóvenes, el potencial de convertirse en los miembros de la organización que él quería crear? Muchos religiosos cruzarían la calle si vieran a este grupo de jóvenes caminando por su cuadra. El Rosh Ieshivá no se intimidó con sus apariencias físicas, no sólo que vio sus almas y su sed de Torá Y judaísmo, sino que también creyó en ellos. Creyó en su idealismo, y creyó que ellos, junto a él, podían cambiar el mundo.

Para todos nosotros que estamos Involucrados con Aish HaTorá, este fue su gran regalo – darnos el privilegio de ser capaces de acompañarlo en su misión, marcar una diferencia para nuestro pueblo.

Este es su duradero legado, y yo estoy 100% convencido de que el mensaje que quiere que aprendamos de su muerte es que todos tenemos la responsabilidad de pelear por el pueblo judío, y que todos nosotros, con la ayuda de Dios, podemos marcar una diferencia.

Su perdida es devastadora. Rav Noaj era "uno en un millón" y es completamente irremplazable. La única manera de que esto se traduzca en algo positivo es si cada uno de nosotros toma su mensaje. Este es el mayor regalo que le podemos dar.

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