5 pasos para no sentir envidia cuando se casa un amigo/a

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¿Por qué ella y no yo?

“¡Mazal tov!”, se escucha por todo el cuarto y las sonrisas adornan los rostros de todo el mundo. Mientras la mayoría de las personas están felices por la nueva pareja, algunas sienten envidia.

Es normal y entendible, pero también doloroso, peligroso y destructivo. Quizás la ex compañera de cuarto de la novia esté recordando sus características menos favorables y pensando: “No entiendo, ¿por qué ella y no yo?”.

Quizás el antiguo amigo del novio se sienta avergonzado porque este hombre más joven y menos atractivo se esté casando, “No puedo creer que haya encontrado a alguien mientras que yo estoy solo. Me gustaría ser yo quien se está casando”.

Estos cinco puntos deberían ayudar a cualquier persona que siente envidia a retomar el poder y a poner las cosas en perspectiva.

1. El Gran Director

Cuando sentimos celos, básicamente lo que estamos haciendo es culpar a Dios por no habernos enviado aún a nuestra alma gemela. “Si Dios puede unir a esas dos personas, ¿por qué no a mí? ¿Por qué no ahora?”.

Trata de recordar que Él es quien está a cargo y no tu amiga o casamentera. Dios dirige el mundo. Puede que no entendamos Su plan (aún), pero hay un plan para cada uno de nosotros y no es un castigo. Dios nos ama y todo lo que hace es por nuestro bien.

2. No niegues lo bueno que tienes

Al pensar constantemente en lo que no tienes, ignoras lo que sí tienes. Es cierto, no estás construyendo un hogar judío con la persona de tus sueños, pero quizás tienes trabajo, buenos amigos, muchos talentos y capacidades, y hay gente que te cuida. La vida que has construido hasta ahora es tuya y traerás esos increíbles regalos y experiencias a la travesía del matrimonio en el momento indicado.

3. Sé como la persona a quien quieras atraer

Janet creía que jamás encontraría a su alma gemela. Iba a una boda tras otra de sus amigas de la infancia, primas y compañeras de clase. La desilusión y el dolor eran sus rasgos personales más notorios. No llamaba la atención que Janet no hubiera encontrado aún a su príncipe azul; su rencor hacia los hombres era palpable. Cuando finalmente se casó, sus conocidos estuvieron aliviados por no tener que estar cerca de su negativismo nunca más.

Ricki siempre estaba feliz por sus amigos cuando se casaban, incluso por los más jóvenes que él. Había sufrido una dolorosa ruptura después de haberse comprometido, pero creía honestamente que todo era para bien. Era la clase de muchacho con el que uno querría estar e invitar a celebraciones, pues era quien lideraba el baile con alegría, hacía que los demás se sintieran bien y no se enfocaba en lo que estaba mal en su vida. Cuando conoció a su media naranja todo el mundo estaba contento. Muchas personas querían ayudarlo con sus planes de boda y a menudo le decían lo merecida que era esta alegría.

Como ves, tu actitud hace una gran diferencia. Trata de personificar la misma clase de sentimientos que quieres que los demás tengan por ti.

4. Mírate al espejo

Date cuenta que las personas también tienen celos DE TI por muchas cosas (no es algo que busquemos, pero es natural). Las personas (casadas y solteras) pueden desear tu apariencia, tu trabajo, tu prestigio, tu destreza social, tu gusto, el apoyo de tu familia, tu reputación, etc. Estar casado con la persona indicada es excelente, pero no es lo único a lo cual uno debe aspirar.

5. Pon en jaque tus celos

Muchas personas que aparecen en los titulares de los periódicos han causado un daño irreparable por causa de sus celos. “Sus celos lo llevaron a…”. No quieres ser esa persona. Advertir lo que los celos pueden hacerle a tus relaciones y a ti mismo puede ser todo lo que necesitas para poner a los celos en su lugar.

Es posible que implementar estas sugerencias sea difícil, pero ciertamente te ayudarán. Si no fuese tan difícil evitar sentir celos, ¡Dios no hubiera hecho que sea uno de los diez mandamientos!

Si bien salir de citas puede ser una larga —y difícil— parte de tu vida, recuerda que sólo es una parte de tu vida. Tienes la posibilidad de cambiar tu actitud, de ver las bendiciones y la bondad que recibes hasta en el más extraño de los lugares. Al seguir estos cinco pasos, lenta pero seguramente irán disminuyendo tus sentimientos de celos. En ese momento te resultará más fácil advertir las bendiciones que tienes y ver las que vienen en camino.

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