Los Extremos de la Cuerda

6 min de lectura

Jukat-Balak (Números 19:1-25:9 )

 La paz es maravillosa. Pero no se produce de manera espontánea. A veces incluso la gente que quiere llevarse bien necesita un poco de ayuda para hacerlo.

Aarón HaCohen (el Sumo Sacerdote Judío) era el hermano de Moisés. Fue famoso y querido dentro del Pueblo Judío por "perseguir la paz".

Aarón iba y venía entre dos personas que estaban peleando y hacía lo que fuera con el fin de que volvieran a estar en paz y armonía.

En la parashá de esta semana, la Torá relata la muerte de Aarón. Él era tan querido que todo el pueblo lamentó mucho su pérdida, ¡incluso más que cuando murió el gran líder del pueblo Moisés!

Cuando perseguimos la paz y trabajamos para unir a las personas en armonía, les hacemos a ellas (y a todo el mundo) un gran favor.

En nuestra historia, (la continuación de la semana pasada), una niña se esfuerza para hacer la paz entre sus amigas.

"Los Extremos de la Cuerda"

 Marcia miraba como el grupo de niñas saltaba con felicidad a la cuerda en el medio de la tranquila calle. Se trataba de una agradable escena de verano, bastante típica de este pequeño y amistoso barrio. Pero no siempre fue así.

 Dos de las niñas del barrio, que eran primas y solían ser muy buenas amigas, se habían envuelto en una seria disputa que prácticamente dividió la calle por la mitad. Todas las niñas del barrio rápidamente habían tomado uno de los dos bandos. Marcia intentó mantenerse neutral y al mismo tiempo convenció a muchas otras niñas que se mantuvieran fuera de la pelea y que no tomaran bandos.

 Afortunadamente, la mayoría de las niñas escucharon a Marcia y ahora disfrutaban de un verano tranquilo y divertido en el barrio. Pero a Marcia todavía le molestaba una cosa. Hacía muchos días que ella no veía ni a Lisa ni a Susy, las dos niñas que se habían involucrado en la pelea y que al parecer, lamentablemente, seguían en ella.

 Una mañana, Marcia terminaba de ayudar a su mamá que cocinaba una gran cantidad de sus famosas galletas gigantes de chocolate y le preguntó si podía salir a jugar.

 "Seguro", dijo su mamá sonriendo, mientras le entregaba un par de galletas, aún calientes, para el camino.

 Con esto, Marcia se embarcó en su "misión de paz".

 Ella caminó hasta el final de la cuadra, donde vivía Lisa. Tocó el timbre de su casa. Al principio, no hubo respuesta, pero Marcia siguió tocando hasta que al fin la puerta se abrió. "Hey, hola Marcia", dijo Lisa. A pesar de que la niña estaba sonriendo, Marcia pudo notar, por sus ojos rojos, que había estado llorando. "¿Qué te trae por aquí?", preguntó Lisa. "Pensé que estabas afuera, jugando con todas las demás".

 Marcia respiró profundo. "¿Pero cómo podría estar afuera jugando, sabiendo que tú no estás allí con nosotras? Por favor, ven, ¡únete!"

 Lisa se puso tensa. "Dudo que alguien me extrañe... especialmente Susy".

 Marcia pensó por un momento. "Bueno...", dijo, "resulta que yo sé que Susy está muy triste con toda ésta disputa. Ella se ha negado a salir de su casa y lo que más quiere es hacer las paces contigo y que vuelvan a ser amigas".

 De pronto, Marcia tuvo una idea. Con su mirada más alegre le entregó a Lisa el paquete que traía consigo. Ella le entregó lo que llamó: "la galleta de la paz".

 Lisa le dio un mordisco a la galleta y sonrió.

 "Está realmente deliciosa", dijo. "Escucha, Marcia, gracias por venir, yo también quiero hacer las paces con Susy, y estoy dispuesta a llegar a un acuerdo. Pero la verdad, es que aún no sé si estoy lista para enfrentarla".

 "Verás, Lisa, ¡querer es poder!", aseguró Marcia.

 Con eso le dijo adiós a su amiga, y se alejó con una sonrisa en su cara y un paso alegre.

 Pocos minutos después Marcia se encontraba en el otro extremo de la cuadra, hablando con Susy en la puerta delantera de su casa. "Susy", dijo ella, "Por favor, toma esta galleta que yo misma horneé como una ofrenda de paz. Lisa está tan afectada, lo único que ella quiere es hacer las paces". Susy sonrió levemente.

 "Eso es realmente dulce", dijo. "Yo también la extraño, pero antes tengo que pensarlo". Marcia asintió y tranquilamente se dirigió a su casa para ayudar a su mamá a cuidar a su pequeño hermano. Más tarde, Marcia salió afuera para unirse a sus amigas que saltaban a la cuerda.

 ¡Sorpresa! ¡Nada menos que Lisa y Susy estaban saltando la cuerda!

 Tan pronto como las dos amigas vieron a Marcia, se abalanzaron sobre ella sonriendo. Lisa habló primero, "no sé lo que pusiste en tus "galletas de la paz", pero seguro ¡funcionó!".

 "¡Así es!", añadió Susy entusiasmada, "nos encontramos de casualidad aquí en el medio de la calle y arreglamos todo entre nosotras. ¡Ambas íbamos en camino a disculparnos! ¿¡Cómo lo lograste!?", exclamó Susy.

 Marcia simplemente sonrió. ¿Cómo podría explicarles que su "ingrediente secreto" realmente fue el amor por la paz y el amor por sus amigas?

De 3 a 5 años

P. ¿Cómo se sentían Lisa y Susy después de hacer las paces?
R. Ellas estaban realmente felices de ser amigas nuevamente, y estaban muy agradecidas con Marcia por haberlas ayudado.

P. ¿Si vemos que dos de nuestros amigos no se están llevando bien el uno con el otro, debemos intentar hacer las paces entre ellos, o simplemente debemos dejarlos solos?
R. Siempre que podamos hacer algo, entonces debemos tratar de ayudarlos. Estaríamos haciéndoles un gran favor.

De 6 a 9 años

P. ¿Por qué crees tú que Marcia tuvo éxito en lograr la paz entre sus amigas?
R. En pocas palabras, "¡a ella le importaba!". Ella se tomó muy en serio la situación de sus amigas. Realmente le molestaba que no estuvieran bien entre ellas y estuvo dispuesta a hacer un esfuerzo para ayudarlas. Afortunadamente ella estaba en una posición ideal para hacer esto ya que no había tomado partido por un bando dentro de la disputa.

P. ¿Crees tú que Lisa y Susy hubieran hecho las paces de todos modos si es que Marcia no se hubiera involucrado? ¿Por qué sí o por qué no?
R. A pesar de que ambas niñas se sentían mal acerca de la disputa y realmente querían hacer las paces, probablemente habría sido mucho más difícil sin la ayuda de Marcia. Por una parte, habría sido difícil para cualquiera de las dos niñas correr el riesgo de acercarse sin saber de antemano que la otra también quería hacer las paces. Marcia ayudó a "abrir las puertas", haciendo que cada una de ellas supiera que la otra también estaba interesada en la paz, y les dio ánimo para seguir adelante.

P. ¿Alguna vez te viste involucrado en una disputa en la cual no querías entrar en primera instancia? ¿Cómo lo resolviste?

10 años y más

P. Cuando Marcia le dijo a Lisa que Susy quería reconciliarse, realmente ella no estaba segura de que esto era cierto. ¿Crees tú que Marcia hizo lo correcto a pesar de que esto significaba manipular la verdad?
R. Ser veraz es uno de los valores más elevados. En este caso, el enfoque de Marcia expresó una verdad más profunda ya que la mayoría de la gente prefiere estar en paz con sus amigos. Por lo tanto, en este caso sí se justifica su accionar como un medio para ayudar a sus amigas a hacer las paces y así mantener la paz y la armonía.

P. ¿Qué habilidades son imprescindibles para lograr que dos personas "hagan las paces"?
R. Hacer las paces es un arte que requiere mucha sabiduría y sensibilidad. Forzar a dos personas, que realmente se tienen rencor, a "abrazarse y hacer las paces" no es realista y probablemente sea un fracaso absoluto. En primer lugar, hay que determinar si ambas partes realmente quieren la paz y están dispuestas a comprometerse. Si no, es mejor mantenerse al margen. Una vez que se determina esto, tenemos que encontrar una forma para que cada una de las partes mantenga su dignidad y para que se comprometan verdaderamente, construyendo una base duradera para la armonía.

P. ¿Alguna vez te viste involucrado en una disputa en la cual no querías entrar en primera instancia? ¿Cómo lo resolviste?

EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.