Primeros Auxilios

6 min de lectura

Shemot (Éxodo 1:1-6:1 )

Algunas veces nos enfrentamos a cosas que creemos que no podremos hacer. Pensamos que están simplemente fuera de nuestro alcance. Pero a veces justamente estas son las cosas que debemos enfrentar.

En nuestra parashá de la semana, Dios le dice a Moisés que ha sido elegido para rescatar a los judíos de la esclavitud del faraón y de los crueles egipcios. Él debe comunicarle al faraón que Dios exige que deje a los judíos en libertad.

Pero Moisés ha tenido dificultades en el habla desde que era un niño. Él difícilmente puede hablar, sin tomar en cuenta el tipo de discurso que Dios requiere de él. Él reclama, "no soy hombre de palabra... tengo la boca y el discurso pesado".

Moisés piensa que el reto va más allá de sus capacidades. Pero Dios lo reafirma. Dios le recuerda a Moisés que Él es el creador, Él es el que creo su boca. Dios le promete a Moisés que le dará el poder necesario para sobrellevar sus limitaciones y hacer lo que tiene que hacer.

Aprendemos de aquí como algunas veces, con la ayuda de Dios, podemos "ir más allá", y lograr cosas que nunca pensamos posibles.

En nuestra historia una niña encuentra la fuerza dentro de ella para sobrepasar sus limitaciones y para hacer lo que era necesario.

"Primeros Auxilios"

"Ahora Silvia, por favor asegúrate que todos los niños se cepillen los dientes y que estén en la cama a las 8:00", dijo la Sra. Sanders a la niñera, mientras daba vueltas por toda la casa, poniéndose maquillaje y mirando su reloj. "Oh, la boda ya esta comenzando, debo correr", dijo, dándoles a sus hijos un rápido beso de buenas noches, mientras tomaba su cartera y se apresuraba hacia la puerta principal.

"Bueno", pensó Silvia mirando el reloj colgado en la pared. "Son casi las 7:30, mejor empiezo a preparar a los niños para dormir".

Silvia ya había cuidado un par de veces a los hijos de los Sanders, y se había encariñado con los tres tiernos preescolares, pero también sabia que ellos eran muy energéticos y que daban mucho trabajo.

Aquella noche no era diferente. Finalmente estaba a punto de llevar a las dos niñas, Tricia y Sally, a la cama. Pero el pequeño David estaba todavía dando vueltas. Aparentemente él acababa de ver un show acerca de chimpancés, y ahora se esforzaba al máximo por imitar sus trucos. La última vez que Silvia lo había visto, estaba colgado de una percha en el armario del pasillo.

"OK, dos abajo, falta sólo uno", rió la niñera, mientras se dirigía a la cocina a llenar la botella de leche que Sally siempre tomaba en la cama.

Pero justo entonces escucho un tremendo "¡CRASH!" corrió hacia el pasillo y vio a David envuelto en un montón de abrigos gritando. Se había caído de la percha.

En la caída, el niño se había cortado el brazo y estaba sangrando. Silvia casi se desmaya. "¡Oh no!", exclamó con espanto, "cualquier cosa menos sangre. ¡No puedo lidiar con eso!".

Silvia, todavía en estado de shock, no podía soportar el hecho de ver sangre. En casa, siempre se negaba a vendar las cortaduras y rasguños de sus hermanos más chicos porque se mareaba al ver sangre.

"¡Ponme una curita!", lloraba David.

"Mmm... ah, ¿tal vez te la puedes poner tu mismo?", preguntó esperanzada, mientras se apoyaba en una silla para sostenerse.

"¡No! Tú tienes que hacerlo", sollozó el niño.

De pronto, Silvia tuvo una idea. "El vecino de arriba puede ayudar", pensó. "enseguida vuelvo", dijo ella, mientras corría al segundo piso. Pero cuando golpeó la puerta no hubo respuesta. "No hay nadie en casa". Se quejó.

Volviendo al living de los Sanders encontró al niño tal como lo había dejado, sin embargo ya había parado de llorar.

Las dos niñas, que se habían levantado de la cama durante la conmoción, estaban con él. "¿No vas a ponerle una curita como mamá siempre lo hace?" preguntó Tricia preocupada.

Silvia todavía permanecía inmóvil. "No puedo dejar a este pobre niño sangrando", ella pensó."¿Pero cómo lo hago? Me voy a desmayar apenas vea la... ¡sangre!".

Miró hacia abajo y vio tres pares de ojos mirándola fijamente con expectativas confusas. "Vamos Silvia", se dijo a si misma". Tú lo puedes lograr. No hay nadie más que lo pueda hacer. Él necesita de tu ayuda".

Con estas palabras de aliento, tomó al niño de la mano y se dirigieron hacia el baño para ocuparse de la limpieza y la curación de la herida.

"Yo puedo hacerlo. ¡Tengo que hacerlo!", continuaba diciéndose a si misma.

Después de unos momentos el trabajo ya estaba hecho. "OK, David", ella sonrió. "Ahora directo a la cama sin más asuntos de chimpancés".

Con los niños finalmente en cama, Silvia se tiró en el Sofá. Todavía se sentía temblorosa por toda la experiencia, pero se sentía realmente bien consigo misma, ya que había sido capaz de sobrepasar sus limitaciones y había hecho lo que tenía que hacer.

De 3 a 5 años

P. ¿Cómo se sintió Silvia cuando vio que el pequeño David se había cortado y necesitaba que le pusieran una venda?
R. Ella estaba asustada de no poder hacerlo porque le tenía miedo a la sangre.

P. ¿Cómo se sintió después de vendarlo?
R. Se sintió bien consigo misma porque había sido capaz de hacer algo que no creía posible, a pesar de que fue muy difícil.

De 6 a 9 años

P. ¿Por qué crees tú que Silvia se obligó a si misma a poner la venda, aún cuando odiaba ver sangre?
R. Silvia tomó una valiente decisión. Ella se dio cuenta que el niño necesitaba ayuda y que no había nadie más que pudiera ayudarlo. Si hubiera encontrado una manera más fácil tal vez la habría tomado. Pero dada la situación, ella estaba casi obligada a superar sus miedos. ¡Y lo logró! Hay veces, en las que Dios nos pone en situaciones que nos desafían y nos exigen hacer cosas que están más allá de nuestras capacidades. Cuando nosotros ideamos una manera y logramos vencer nuestras limitaciones, nos transformamos en personas más fuertes y más seguras.

P. ¿Existen realmente limitaciones genuinas o podemos alcanzar cualquier cosa que nos propongamos?
R. Sí, es verdad que existe tal cosa llamada limitaciones genuinas. Dios nos puso en un mundo físico con ciertos límites que no se pueden sobrepasar. Por ejemplo si David le hubiera pedido a Silvia que hiciera "desaparecer" su corte, eso realmente habría estado más allá de sus capacidades, y, por mucho que David quería ser un chimpancé, no habría podido convertirse en uno. Sin embargo, hay muchas cosas que sentimos que están fuera de nuestro alcance, pero en realidad no lo están. Muchas veces nos da miedo o vergüenza alcanzar algo, entonces nos decimos a nosotros mismos "es imposible" cuando realmente es posible. Si pensamos en cosas que creíamos imposibles cuando éramos más pequeños, pero que ahora, sabemos que son posibles, eso nos dará coraje para vencer nuestros límites.

P: ¿Haz hecho alguna vez algo que pensaste que era imposible hacer?

10 años y más

P. ¿Qué estrategias crees tú que podríamos implementar para superar nuestras limitaciones auto-impuestas?
R. Una manera sería cambiar nuestra perspectiva en una situación dada. En vez de preguntarnos "¿Puedo hacerlo?" Deberíamos preguntarnos "¿Debo hacerlo?". Si nos enfocamos en la situación, generalmente podremos hacer cosas que pensamos imposibles. Por ejemplo, en la historia, Silvia se dio cuenta de la necesidad de vendar a David. Esto le permitió ir mas allá de su limitación auto-impuesta (ser alguien que se desmaya cuando ve sangre). También, cuando nos dirigimos a Dios y le pedimos que nos ayude a ir más allá de nosotros mismos por buenas causas, Él nos mostrará el camino para alcanzar cosas que nunca pensamos que podríamos alcanzar, así como hizo con Moisés en Egipto.

P. ¿Tiene Dios alguna limitación?
R. Dios es el creador y sostenedor de toda la realidad. No hay nada "más allá" de Él, porque en ultima instancia no hay nada aparte de Él. Sin embargo cuando Dios creó el mundo, Él decidió crear ciertas limitaciones dentro del "sistema". Él eligió abstenerse de hacer ciertas cosas que podía hacer, para que el mundo funcionara mejor para todos los que habitan en él. Es solamente por nuestras propias limitaciones humanas de entendimiento que no siempre captamos como todo lo que Dios hace es realmente para mejor.

P: ¿Haz hecho alguna vez algo que pensaste que era imposible hacer?

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