Poder Asombroso

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Vezot Habrajá (Deuteronomio 33-34 )

El último versículo de la Tora es una declaración que acredita “la mano fuerte y el asombroso poder que Moisés hizo ante los ojos de todo Israel” (Deuteronomio 34:12). ¿A qué se refiere la Torá cuando dice “asombroso poder”, qué fue lo que Moisés hizo específicamente? Rashi nos dice que al ver la idolatría del Becerro de Oro, Moisés rompió las Tablas de los Diez Mandamientos. Esa era la reacción correcta para ese momento.

Es interesante considerar que la primera vez que la Torá nos presenta a Moisés es cuando éste mató a un supervisor egipcio que le estaba pegando a un judío. Nota que el primer y el último evento que la Torá nos cuenta acerca de Moisés son incidentes en los que expresó enojo.

¿Moisés era realmente propenso a enojarse? Sabemos que Moisés era extremadamente correcto y humilde. Y de hecho Dios mismo aprovó aquellos dos actos. Entonces, ¿cuál es la explicación?

La respuesta es que Moisés había dominado la cualidad del enojo y, cuando efectivamente expresaba algo parecido al enojo, era de forma deliberada y medida.

Todo es un tema de control. Si tu hijo se comporta mal y comienzas a gritarle, es típicamente un enojo fuera de control. Pero si tu hijo intenta insertar un tenedor en un enchufe, probablemente decidirás gritarle para alarmarlo ante el peligro. En otras palabras, uno puede expresar enojo sin estar realmente enfadado.

Y eso fue lo que hizo Moisés. Esta conducta era más sorprendente aún dado que el Midrash (citado por el comentarista Tiferet Israel) dice que Moisés había nacido con una inclinación hacia el enojo, pero a través del auto-perfeccionamiento logró dominarla. Y eso, atestigua la Tora, es algo verdaderamente “asombroso”.

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