Una bendición eterna

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Vaiejí (Génesis 47:28-50:26 )

En esta parashá, Iaakov bendice desde su lecho de muerte a todos sus hijos, les asigna misiones singulares y los reprende por sus errores. También adopta a sus nietos Efraim y Menashé, los hijos de Iosef, como si fueran sus propios hijos: "Y ahora, tus dos hijos que nacieron para ti en la tierra de Egipto antes de mi llegada a Egipto, serán míos; Efraim y Menashé serán como Reubén y Shimón".1

Además, Iaakov les dio a los dos jóvenes bendiciones especiales y proclamó: "Que Hashem te haga como Efraim y como Menashé".2

A primera vista no se entiende por qué Efraim y Menashé fueron distinguidos de esta forma, pero aquí se oculta una profunda enseñanza. Estos dos niños crecieron en Egipto, en una tierra famosa por su inmoralidad, corrupción y decadencia. Ellos también crecieron en la opulencia y el lujo de un palacio y eran los dos únicos niños judíos en todo Egipto. Pero a pesar de todo, su compromiso y su fe en Dios se mantuvieron inmutables y eran tan devotos al judaísmo como los hijos de Iaakov.

Esto ya es algo fenomenal, porque por lo general la transición de una generación a otra trae aparejado un descenso espiritual, ya que cada nueva generación está un paso más alejada de su raíz. Sin embargo, Efraim y Menashé invirtieron ese proceso. Ellos se vincularon a la generación previa como si hubiesen nacido para ser patriarcas de tribus. Efraim y Menashé desafiaron las probabilidades y llegaron más allá del nivel espiritual en el que nacieron.

Ahora podemos entender mejor la bendición que les dio Iaakov: "Por ti Israel bendecirá, diciendo: 'Que Dios te haga como a Efraim y como a Menashé'". Tal como Efraim y Menashé superaron la prueba máxima y consiguieron mantener su alto nivel de fe en un ambiente hostil, así también hasta la actualidad los padres judíos rezan para que sin importar el lugar adonde el destino lleve a sus hijos, ellos continúen siendo judíos fuertes y leales que respetan la Torá y las mitzvot. Por eso en la noche de Shabat y en la víspera de Iom Kipur, los padres repiten la bendición de Iaakov y bendicen a sus hijos con estas palabras inmortales: "Que Dios te haga como a Efraim y como a Menashé”.

Hay otra razón por la que Efraim y Menashé fueron elegidos para ser los principales modelos para nuestros hijos. Entre ellos no había envidia ni arrogancia, y se alegraban de las virtudes y del éxito del otro. Esto podemos verlo cuando Menashé no se quejó porque Efraim, el hermano menor, fue mencionado primero y recibió la bendición con la mano derecha.

Shabat jazak

El Shabat en el que concluimos la lectura de las parashiot del Libro de Génesis, el primero de los Cinco Libros de la Torá, es llamado Shabat jazak, el Shabat de la fortaleza. Esto se debe a que al concluir el Libro de Génesis, toda la congregación se pone de pie y proclama: "Jazak, jazak venitjazek" (¡Sé fuerte, sé fuerte y continuemos fortalecidos!). Le pedimos a Dios que nos de fortaleza para continuar adelante y tener éxito en nuestro estudio de la Torá.

A primera vista puede parecer extraño expresar deseos de fortaleza en este momento; podríamos pensar que el momento adecuado para hacerlo sería al comienzo de nuestro cometido y no al final. La verdad es que los comienzos siempre están marcados por el entusiasmo y la dedicación. El truco es conservar el mismo nivel de entusiasmo al final. Por eso, al concluir el Libro de Génesis, nos comprometemos a continuar nuestro estudio de Torá con fortaleza y devoción, y rezamos para que esta conclusión sea un trampolín para más crecimiento y desarrollo.

Además, aprendemos que lo que está en primera instancia siempre es definitivo. Dado que esta es la primera vez que recitamos "jazak", debemos preguntarnos qué enseñanza podemos derivar de ello. Esta es la parashá en la que se anuncia la muerte del patriarca Iaakov, pero extrañamente en lugar de decir que Iaakov murió, la Torá declara: Vaiejí Iaakov, lo que se traduce literalmente como: Y Iaakov vive. ¿Cómo es posible? ¿No es una contradicción?

Nuestros Sabios nos enseñan que mientras los hijos, los descendientes de Iaakov, mantengan sus enseñanzas con vida, mientras vivamos de acuerdo con ellas, "Iaakov no murió, sino que vive" Este es el verdadero significado de jazak, sé fuerte. Debemos encontrar la fortaleza en el conocimiento de que nuestros Patriarcas y Matriarcas, nuestros abuelos y abuelas, siguen vivos a través de nuestros actos. Sólo necesitamos seguir sus huellas.


NOTAS

1. Génesis 48:5.
2. Ibíd. 48:20.

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